Aceite esencial de Lavanda: Debido a su poder refrescante y analgésico, ayuda a calmar la piel cuando en ella se encuentra algún tipo de afección, que produce irritación y picazón. Además estimula la regeneración de la piel.
Aceite esencial de Manzanilla: es antiinflamatorio, calmante del prurito, cicatrizante, antialérgico y elimina la foto-sensibilización. Es un principio activo indispensable en cualquier tratamiento para pieles irritadas, sensibles o sensibilizadas.
Aceite esencial de Lima:Tiene propiedades antioxidantes, ayuda a mejorar el aspecto de la piel.
Aceite de Coco: su alto contenido en ácido láurico le otorga propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Es muy rico en nutrientes. Sobre todo en ácidos grasos omega-6, sobre todo en el ácido linoleico.
Aceite de Damasco: tiene propiedades estructurantes que mejoran la elasticidad de las paredes celulares de la piel y permiten que recobre su suavidad, refuerza el manto hidrolipídico que protege la superficie epidérmica,Gracias a su concentración en ácidos grasos, penetra hasta las capas más profundas de la piel sin dejar rastros grasos.
Aloe Vera: No solo hidrata sino que previene la deshidratación porque es capaz de retener el agua. ¡Maravilla!. Su poder astringente hace que esta planta sea ideal para hacer una limpieza intensa de la piel del rostro. Es uno de los ingredientes reparadores de la piel. Además de nutrirla, gracias a su alto contenido en colágeno y elastina, el aloe vera es perfecto para reparar el tejido dañado por el sol.
Manteca de Karité: actúa como regenerador de las células de la piel gracias a sus vitaminas A, D, E y F. Mejora la elasticidad de la piel y protege contra la sequedad, evitando que la epidermis se seque y dándole suavidad, restaurando la piel. Ayuda a reducir picores e irritaciones y a calmar la piel.
Vitamina E: protege la piel de los radicales libres que pueden dañar las células Te expones a los radicales libres en tu vida diaria en forma de polución del aire, humo de cigarrillos y daños provocados por los rayos UV del sol. El uso de vitamina E ofrece un escudo protector contra estos elementos.
