“Quien no conoce el bosque chileno, no conoce este planeta. De aquellas tierras, de aquel barro, de aquel silencio, he salido yo a andar, a cantar por el mundo”
Pablo Neruda
Este extracto del libro “Confieso que he vivido” de Pablo Neruda nos deja claro el poder e impacto que tiene el bosque valdiviano en quienes lo conocen. Esa sensación mágica que deja en los visitantes, generando un sentimiento de inmensidad y profundidad difícil de poner en palabras. En este post queremos hablarte acerca de que es el bosque valdiviano, las características que lo hacen destacar dentro de Chile y el mundo, y como nos inspira a seguir creciendo.
A simple vista, el nombre nos hace pensar en un bosque ubicado en la comuna de Valdivia, sin embargo, el bosque valdiviano es mucho más que sólo un bosque. Es una ecorregión, o sea, un “territorio geográfico extenso determinado por su clima, geología, hidrografía, fauna y flora”. Es importante mencionar que los límites de una ecorregión no se encuentran estrictamente establecidos, sino que contemplan el área donde se generan más intensamente interacciones de procesos ecológicos y evolutivos.
Esta ecorregión destaca por sus bosques siempre verdes y la inmensa diversidad que existe en la zona, tanto de fauna como de flora. Es más, es considerado dentro de uno de los 34 puntos más biodiversos del planeta. Debido a los drásticos cambios de alturas dentro del mismo bosque, esta ecorregión es hogar de muchas especies endémicas que necesitan de las características presentes en este bosque para vivir. Dentro de estas especies podemos encontrar desde animales hasta hongos, pasando por aves, árboles y musgos.
En cuanto a su clima, esta región se caracteriza por tener un clima templado lluvioso, lo que le vale el reconocimiento de ser el único bosque de estas características climáticas en América del sur y uno de los 5 de todo el mundo. Este tipo de clima es también denominado oceánico debido a la cercanía a este, el cual cumple un rol importante en la regulación de las estaciones del año dentro del bosque mismo. Además, las montañas juegan un rol importante, pues estos tipos de climas se dan con mayor facilidad cuando existe una cordillera cercana al mar, generándose el bosque en la ladera que mira hacia la masa de agua.
Internarse en el bosque valdiviano es realmente entrar en otro mundo, sentirse rodeado de infinitas especies que vas descubriendo poco a poco y mientras más te acercas a lo que ves. Es un bosque tupido y lleno de vida, te envuelve en susurros que hablan de una vida milenaria. Y la verdad es que este bosque es realmente antiguo, resistió a la glaciación y hoy es uno de los pulmones del planeta, purificando el aire que día a día respiramos, regulando el clima y recolectando el agua que luego fluye por nuestros esteros.
El bosque valdiviano nos habla de vida, de crecimiento, de cuidado.
En Majen, eso es lo que más nos inspira. Nos mueve conectar a la gente con sus cuerpos y emociones y el bosque es nuestra herramienta, nuestra fuente de energía. Creemos en el origen, en el respeto a nuestra naturaleza para poder generar belleza responsable. Para nosotros el bosque valdiviano es un espacio sagrado que nos entrega día a día su sabiduría y, por lo mismo, nos interesa cuidarlo y protegerlo.
El bosque valdiviano, así como el resto de nuestro planeta, se ve cada vez más amenazado por la acción humana, por lo que nuestro llamado es a vivir de forma más consciente, haciéndonos responsables de lo que consumimos y cómo esto repercute en nuestro entorno. Intentar que nuestro impacto en la naturaleza sea mínimo y tomar las medidas para cuidar este espacio tan increíble que tenemos, esa es la misión.